Aunque aparezcan óleos, acrílicos, acuarelas,
grabados y murales; en su obra el artista se profundiza en una búsqueda constante, en una dimensión plástica de planos, de soportes y formatos, manifestándose generalmente a través del trazo y la mancha del carboncillo con su amplia gama de claroscuros, en ocasiones aparece la luminosidad del pastel creando un
dibujo pictórico; donde aparecen como sujetos la figura humana construidas anatómicamente -que a menudo se presentan casi expresionistas - enfrentadas a su desnudez, a su vulnerabilidad, coexistentes en espacios no concretos - que a veces aparecen como cavernas - centrando la atención en el ser humano y su mundo interno; su conjunto presenta y plantea una atmósfera, un pensamiento, un universo, un paisaje en si y un diálogo constante que van saliendo de la penumbra como de la memoria misma; como la visión nocturna que nos revela sólo figuras y formas.